La CEC abordará en un curso la importancia de implantar sistemas que garanticen la seguridad de los alimentos en las industrias del sector

appcc_webSe dirige a profesionales del ramo pesquero, cárnico, lácteo o panadero, así como a cocineros de comedores colectivos de colegios, residencias o servicios de catering

La Confederación de Empresarios de La Coruña (CEC) organiza un curso sobre la importancia de implantar en las industrias agroalimentarias sistemas de gestión que garanticen la seguridad de los alimentos. Comienza mañana viernes y se prolongará hasta el próximo 28 de abril. Se desarrollará en colaboración con la Asociación Empresarial de Hospedaje y se impartirá en las instalaciones de uno de sus asociados, en el Polígono da Grela.

El responsable de formación de la CEC, José Manuel Barco, señala que con esta iniciativa “se busca que los participantes adquieran los conocimientos necesarios que les permitan aplicar en industrias agroalimentarias sistemas de autocontrol que conduzcan a una completa seguridad e higiene alimentaria”. Indica que el curso se dirige a personal técnico y auxiliar de producción y calidad perteneciente a empresas de distintos sectores agroalimentarios como el cárnico, lácteo, pesquero o incluso el de la panadería. También pueden asistir jefes y ayudantes de cocina del ramo de la restauración tales como comedores colectivos de colegios, residencias o servicios de catering. Asimismo, podrán participar personas interesadas en ejercer funciones de calidad en este ámbito.

Durante el curso se explicarán las ventajas de implantar el plan APPCC (Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos), un sistema que ayuda a las organizaciones a identificar y prevenir todos los peligros que pueden afectar a la seguridad e higiene de los alimentos durante el proceso productivo. Se aplica tanto en la industria agroalimentaria como en la farmacéutica, en la cosmética y en todas aquéllas que fabrican materiales en contacto con los alimentos.

Tal como explica Barco, en primer lugar se realiza un análisis de peligros alimentarios, tanto biológicos como químicos y físicos. Luego se procede a identificar los puntos de control crítico en las materias primas y en las fases de almacenamiento, procesado, distribución y consumo; y se establecen los límites de control críticos y las medidas preventivas necesarias. A continuación se efectúa un control y seguimiento de los puntos de control crítico identificados, al tiempo que se establecen las acciones correctivas oportunas. Y, por último, se llevan a cabo auditorías regulares del sistema implantado.