Los más pequeños deben someterse a una revisión de la vista antes de la vuelta a las aulas

vuelta_al_coleEl 70% de los niños gallegos tienen problemas refractivos y de estos la mitad necesitan usar gafas o lentes de contacto

Se pueden detectar problemas visuales a través de una serie de señales como el picor, escozor, lagrimeo o el enrojecimiento de los ojos


Como todos los años en septiembre llega la vuelta al cole, cargada de gastos múltiples para los padres, además de las preocupaciones con todo lo relacionado con la salud y el trabajo escolar de sus hijos. Por ello, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia recuerda la importancia de realizar revisiones visuales a los niños al inicio del cole y la rutina de estudio. Es necesaria una revisión anual de la vista en los niños, ya que “uno de cada cuatro en edad escolar, es decir, un 25% del total, sufre algún problema visual que no ha sido diagnosticado y que afecta a su rendimiento escolar” –destacan desde el Colegio.
A través del convenio Ollo cos Ollos entre el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia, el Servizo Galego de Saúde y la Consellería de Sanidade se han realizado en los últimos cuatro años revisiones optométricas completas a decenas de miles de niños y adolescentes gallegos de entre 6 y 16 años. Sobre esta base, el Colegio ha elaborado un estudio con 15.000 niños del que se extrae que a partir de los 10 años un 70% de los menores sufren algún defecto refractivo y la mitad de ellos necesitan corrección mediante el uso de gafas o lentes de contacto. También se observa que aumenta el número de miopes, mientras que a edades más tempranas el defecto más común es la hipermetropía.

Además, el 30% del fracaso escolar está relacionado con problemas de la vista del niño por lo que recomiendan realizar una revisión a todos los menores a partir de los cuatro años. También miembros del colectivo recuerdan que el 80% del aprendizaje se realiza por los ojos y “si los niños no ven correctamente, su aprendizaje escolar se verá ralentizado”.

Hay una serie de signos que indican que el niño puede tener problemas visuales, por lo que es necesario que los padres y educadores estén atentos a cualquier reacción del niño. Entre estas señales destacan síntomas como picor, escozor, lagrimeo, enrojecimiento de los ojos, que se los frotan y una mala postura del cuerpo o la cabeza cuando se mira de frente. Los dolores de cabeza, durante o después de las actividades realizadas en visión de cerca, pueden ser un signo de posible problema visual.

Si se observa en la lecto-escritura del niño que sigue la lectura con el dedo, saltos de renglón, que invierte palabras, errores de copia o que posee mejor memoria auditiva que visual probablemente el niño tenga algún problema visual.

El 40% de los universitarios padecen estos síntomas

Por otra parte, los estudiantes universitarios desarrollan otro  tipo de deficiencia visua, el síndrome del ordenador. Se caracteriza por los siguientes síntomas:

1.    Visión borrosa y/o diplopía (visión doble) intermitente
2.    Dolor de cabeza, sobre todo en la frente
3.    Ojos rojos y lagrimeo
4.    También se ve afectado el sistema esquelético y muscular, sobre todo en la zona del cuello, hombros y espalda
5.    Fatiga general

El uso excesivo o incorrecto del ordenador no solo causa fatiga visual, también acarrea problemas ergonómicos. La falta de ergonomía se hace latente además en el mobiliario de las aulas, donde estudiantes de diversas tallas lo comparten. Son los alumnos los que tienen que adaptarse al mobiliario cuando lo recomendable es que “el mobiliario se adapte al estudiante para permitirle una postura más ergonómica, más cómoda y por lo tanto evitarle problemas ocasionados por sobreesfuerzos y posturas inadecuadas” –indican los expertos.

En las aulas, los ópticos gallegos indican que sería recomendable que los pupitres pudiesen ajustarse a la talla de quien los utiliza y las mesas y sillas se regulasen en altura, con la opción de modificar la inclinación del tablero de hasta 20 grados para que tanto la lectura como la escritura fueran cómodas.