El Colegio de Ópticos de Galicia recomienda utilizar una protección ocular adecuada durante la práctica de deportes de invierno

Con las montañas cubiertas de nieve, las estaciones de esquí se llenan todos los fines de semana de aficionados a la práctica de deportes de invierno. Sin embargo, al igual que nos protegemos del frío, no siempre somos conscientes de los peligros que puede suponer para nuestros ojos si no utilizamos la protección adecuada. Por ello, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia advierte que exponerse al sol sin protección durante la práctica de deportes en la nieve puede originar importantes problemas en córnea, retina y cristalino, provocando queratoconjuntivitis, úlceras crónicas y la aparición prematura de cataratas.

En la montaña hay que tener especial cuidado con las radiaciones solares. A altitudes elevadas, la capacidad de protección de la atmósfera es mucho menor que en zonas bajas. Se estima que por cada 1.000 metros de altura, el efecto dañino de la radiación solar aumenta un 15%. Además, los expertos recuerdan que la atmósfera terrestre filtra las radiaciones procedentes del sol y a cuanta mayor latitud menos densa y gruesa será la atmósfera por lo que las radiaciones que se reciben serán aún mayores.

Además, la radiación reflejada por los cristales que forma la nieve es mucho mayor: la nieve refleja el 90% de los rayos ultravioleta. A esto hay que sumarle que permanecer durante varias horas al aire libre practicando este tipo de deportes aumenta también los riesgos para los ojos.

Algunos dolores intensos de cabeza, conjuntivitis y fotofobias anormales (intolerancia y temor anormal a la luz) están producidos por la falta de protección o directamente por la utilización de gafas que no disponen de los filtros adecuados para evitar el paso de la radiación ultravioleta a los ojos, acción que incluso resulta más perjudicial para la visión porque que estas gafas provocan la dilatación de la pupila y una entrada mayor de radiaciones dañinas. Estas lesiones no aparecen enseguida, sino tiempo después, y en función del tipo de lesión y la gravedad pueden llegar a ser irreversibles.

Especial cuidado hay que tener con los más pequeños de la casa. Sus ojos son especialmente vulnerables al sol. Según miembros del Colegio gallego, “hasta los 18 años, el cristalino no se ha terminado de formar, por lo que durante la práctica del esquí u otros deportes de nieve deben usar siempre gafas que les protejan adecuadamente de la radiación solar”.

Características de las gafas de esquí

Además, para evitar daños en los ojos, los expertos aconsejan utilizar gafas específicas para la nieve con un filtro de categoría 4 que sólo deja pasar entre un 3 y un 8 por ciento de la luz visible (y al igual que el resto de gafas de sol homologadas  eliminan entre el 99 y el 100 por ciento de las radiaciones UVA y UVB). Pero para completar las características de unas buenas gafas de nieve deben ser además polarizadas para eliminar los reflejos de la luz sobre la nieve y cubrir totalmente los ojos para evitar la entrada de frío y nieve.

Las lentes de las gafas de esquí se pueden encontrar en una amplia variedad de colores, pero para elegirlas no debemos guiarnos por el aspecto estético o por la moda, sino por los beneficios que tienen que aportar a nuestra salud visual. Desde el Colegio se recuerda que el color de lentes más adecuados para la nieve es:

- Marrón. Mejora los contrastes, no altera los colores naturales, produce menos cansancio ocular y es el que reduce mejor el deslumbramiento. Además, es un color bien tolerado por las personas miopes.