La CEC difunde entre los trabajadores la importancia de gestionar las emociones de cara a mejorar el ambiental laboral en las empresas

inteligencia_emocionalSe busca optimizar las relaciones entre los miembros de la organización y potenciar sus habilidades profesionales

La CEC está realizando un ciclo de seminarios destinados a fomentar puestos de trabajo saludables en las empresas. En el marco de esta iniciativa, mañana martes, día 25, la entidad celebra en su sede una jornada centrada en la inteligencia emocional. Se desarrollará entre las 9:00 y las 14:00 horas.

La encargada de impartir este seminario es Mónica Zas Castro, experta en recursos humanos especializada en el ámbito de las emociones. Durante su intervención se acercará a aspectos como la importancia de conocerse a uno mismo, que el trabajador sepa evaluar sus fortalezas y debilidades, así como gestionar sus propias emociones. La finalidad es mejorar y potenciar el desarrollo de las habilidades personales en el seno de las empresas.

En este seminario se incidirá en la relevancia de superar comportamientos que imponen límites a la labor diaria de los trabajadores. En esta línea, Zas explica que “se trata de creencias enraizadas que nos hacen pensar que la realidad no puede ser de otra manera, que somos incapaces de desempeñar determinadas tareas, lo que condiciona nuestra actividad cotidiana”. Según la experta, conviene hacer frente a estos pensamientos negativos porque limitan el desarrollo profesional.

“Debemos conocer el impacto que nuestras actitudes y comportamientos pueden tener en nuestro entorno laboral” -destaca la experta-. Señala que de este modo mejorarán las relaciones entre los diferentes miembros de la organización, al tiempo que se favorecerá el desarrollo de las capacidades individuales, lo que contribuirá a lograr los objetivos que tiene fijados la empresa.

“Las personas que son capaces de gestionar sus emociones pueden ejercer mayor influencia en sus relaciones, tanto con sus compañeros de trabajo como con sus superiores y sus clientes. Esto propiciará un desarrollo favorable de sus proyectos y, en consecuencia, mejores logros” -asegura Zas-. Así, indica que las organizaciones que fomentan el desarrollo de la inteligencia emocional entre sus miembros contribuyen a construir entornos laborales en los que la comunicación es más abierta. Y, al permitir que los trabajadores desarrollen todo su potencial, se logra un mayor beneficio empresarial, se evitan conflictos laborales y se crean ambientes de trabajo saludables.