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Los podólogos gallegos aconsejan a los costaleros de los pasos de Semana Santa realizar un estudio previo para evitar lesiones en la columna y los pies

Recomiendan dar baños de agua fría para conseguir un “efecto antinflamatorio local” tras la procesión

Devoción y tradición se fusionan estos días en todos los rincones de España, además de en Galicia con los actos programados para la Semana Santa. Muchas son las personas que deciden salir como penitentes o costaleros en las procesiones, pero esta práctica religiosa puede acarrear numerosos problemas físicos.

El Colexio de Podólogos de Galicia explica que las partes del cuerpo más castigadas cuando se cargan las imágenes de Semana Santa suelen ser la columna vertebral y los miembros inferiores, la columna por el peso que recibe, y los miembros inferiores por la necesidad de soportar el peso de abajo hacia arriba y por el sincronismo que debe llevarse entre todos los que portan el paso.

Según los podólogos, algunas de las lesiones más comunes en los miembros inferiores son las roturas musculares, sobre todo en el cuádriceps y en los gemelos por el posicionamiento adoptado debajo del trono y por el movimiento de vaivén típico. En este punto, los podólogos recomiendan que los costaleros se sometan a un estudio de la marcha antes de empezar esta tarea, para descartar patologías previas del aparato locomotor que podrían verse agravadas con esta actividad, como la escoliosis o la desviación de columna, la hernia de disco y las lesiones meniscales o de tendón de Aquiles. “La elevación del peso debe ser mediante una carga axial en línea con el eje del cuerpo. Cualquier inclinación del pie que provoque una desalineación de ese eje supone un riesgo importante de lesiones de musculatura paravertebral y dorsal” –indican–.

Los profesionales de la podología también desaconsejan la práctica de hacer penitencia descalzo, por el riesgo de poder clavarse cualquier cuerpo extraño o para aquella persona que hubiera tenido lesiones previas en tobillos y pies. En estos casos, se debe utilizar calzado cómodo y flexible.

Entre los consejos para cuidar los pies de nazarenos y penitentes, los podólogos gallegos apuntan que para evitar el cansancio durante la procesión se aconseja no estar mucho tiempo parado, y si no fuera posible, cambiar alternativamente el peso del pie que está apoyado o realizar movimientos de flexión y extensión de los dedos para mejorar la circulación.

Cuidados posteriores

Al concluir el acto procesional, los podólogos destacan que es recomendable introducir los pies en agua fría, realizando baños de cinco a viente minutos sin pausa, que provocará un “efecto antinflamatorio local”. A continuación, es conveniente concluir con la aplicación de una crema masajeando ligeramente el pie.

Para los especialistas de los pies, las lesiones más comunes tras realizar la penitencia son la metatarsalgia y la talalgia, causas principales de la inflamación articular debido al peso soportado, además de la aparición de ampollas y roces.